Creditos: @Erich Hartmann/ Magnum photos
Recomendaciones: La recomendación para este cuento es bastante obvia, empezaremos con una taza de tinto “al gusto”, cigarrillos los que quiera aunque como sugerencia diría que más de dos para el inicio, clímax, final y reflexión del cuento y como valor agregado, pero no por eso menos importante es necesario de fondo una canción de blues, preferiblemente Blue in green de Miles Davis del álbum Kind of blue de 1995.
Mi nombre es Jhon Griffin mi vida ha sido un mar de hechos y situaciones muy difíciles de entender, todos los días a la misma hora me levanto, miro el negro panorama que me rodea, la ciudad tan estática, tan sombría, tan macabra y ahí estoy sin más que mi ser y los pensamientos que me rodean.
Las seis de la mañana es el momento perfecto para la reflexión, el tomar una taza de tinto, mis cuatro cigarrillos como ritual y luego las pastas de la felicidad como un éxito burbujeante en mi garganta. Anteriormente esa tanda de movimientos casi que mecánicos eran placenteros, sentía que me llenaba de conmiseración, era el momento para reconciliarme conmigo, para conectarme con la vida. Hoy…no queda nada de esos amenos sentimientos, solo veo un hombre frágil, autocompadeciéndose y para ello poniendo por delante la muerte de mi pobre madre desahuciada, el abandono por parte de Christie y la patética despedida con aquella amante soñada de Keith, esos tres instantes me han arrancado el yo, me han perturbado y han secuestrado mis estados de alegría.
Ahora todas mis mañanas traen consigo las mismas preguntas ¿Cual es el significado de mi ser en este espacio?¿Quién soy?. Ese tinto amargo, esos cuatro cigarrillos, esos recuerdos que llegan y chocan con los hechos más tétricos de mi vida en el que solo hay mujeres, las mismas que se llevaron consigo un hombre de andar firme, seguro, elegante del que solo dejaron las ruinas en una ciudad estática, sombría, macabra.
Para acabar el momento de miserables decidí romper con esta cadena de recuerdos al tomar una siesta larga y tranquila, pero al despertar por una fuerte opresión en el pecho sentí la necesidad de librarme de esas paredes que se abrían como piernas hacía mí, creo que dormí un aproximado de dieciocho horas. ¿Así de cansada está mi conciencia?. Eso había sido un lapso de tiempo comparado con la muerte donde reinaba la nada, luego sin importar la hora decidí caminar en el campo como no lo había hecho hace mucho tiempo, note que la noche estaba mucho más bella de lo que recordaba, la luna densa y alumbrada, pero ni esa luna tan enérgica y dinamizada lograba animarme.
Repentinamente sentí una fuerte picazón en el pecho y mis hombros extrañamente se encogieron y mis piernas se doblaron cayendo súbitamente en la maleza; mientras me recuperaba de mi dolor alcance a divisar a tres hombres que venían caminando, con pasos fuertes y seguros creo que me venían siguiendo, pero por mi dolor no les preste mucha atención ya que mi cuerpo no me lo permitía, luego cuando ya pude pararme en pie y obligado a mirar hacia el frente veo los mismos tres hombres que hace un rato había divisado caminando por la acera y uno de ellos me dice “ Negro de mierda límpianos de tu presencia, no sabes que esto nos pertenece, lárgate de aquí cabrón, nos repugnas; inmundo y sucio animal de la noche ¡púdrete! ja .” ese pujido final fue lo último que alcancé a escuchar ya que siguiente a eso unos profundos golpes de él se venían se abalanzaban hacia mí como ráfagas de viento y vi como la negra noche se adentraba en mis ojos, uno de los hombres me tomo por el cuello y me levanto aprovechando mi posición para golpearme el abdomen y la cara.
Repentinamente sentí una fuerte picazón en el pecho y mis hombros extrañamente se encogieron y mis piernas se doblaron cayendo súbitamente en la maleza; mientras me recuperaba de mi dolor alcance a divisar a tres hombres que venían caminando, con pasos fuertes y seguros creo que me venían siguiendo, pero por mi dolor no les preste mucha atención ya que mi cuerpo no me lo permitía, luego cuando ya pude pararme en pie y obligado a mirar hacia el frente veo los mismos tres hombres que hace un rato había divisado caminando por la acera y uno de ellos me dice “ Negro de mierda límpianos de tu presencia, no sabes que esto nos pertenece, lárgate de aquí cabrón, nos repugnas; inmundo y sucio animal de la noche ¡púdrete! ja .” ese pujido final fue lo último que alcancé a escuchar ya que siguiente a eso unos profundos golpes de él se venían se abalanzaban hacia mí como ráfagas de viento y vi como la negra noche se adentraba en mis ojos, uno de los hombres me tomo por el cuello y me levanto aprovechando mi posición para golpearme el abdomen y la cara.
Ese mismo hombre que me había sujetado por el cuello lo repite nuevamente para partir mi cara y en el momento justo en el que intenta aplastar mis testículos con su pie, logro despertar. Despierto, pero, no precisamente en mi cama, sino en el pavimento, mi cuerpo se halla magullado y destrozado, no me puedo mover muy bien, miro a mi alrededor me encuentro en un lugar blanco con matices grises y reconozco que no fue solo un sueño y en mi cuerpo la evidencia de ello.
En ese instante como un flash en mi cerebro entendí que una de mis preguntas mañaneras estaba mal formulada, que no importaba saber quién era yo, lo importante era saber lo que no era y la respuesta a esas dos preguntas me la habían ayudado a dilucidar esos tres hombres NO soy un hombre blanco, NO soy un hijo, NO soy un esposo y mucho menos un amante.
¡Soy la respuesta, a todo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario