La muerte de la mariposa

Atardeceres precoces.

jueves, 2 de enero de 2020

Papelitos por ahí








Nadie sabe tu dolor, nadie entiende la nobleza de tu corazón, una mujer solitaria con el alma a flor de piel. El dolor de un hombre te marchito, el cuidar a una hija te marchito, el cuerpo, la piel, el corazón, pero el alma aún sonríe. Encuentro papelitos por ahí donde desnudas el alma, donde hablas de la soledad, del silencio de los días, del paso del tiempo, hablas en silencio y es curioso porque andamos viviendo la soledad en la misma casa. La soledad que nos acecha, la soledad que nos sonríe y se burla de nosotras a carcajadas. Es la soledad de la madre, es la soledad de la hija, es la soledad sola caminando en una casa pequeñita como de muñecas, pero camina largos pasillos por los corazones que se encierran en tres cuartos. Quisiera despegar esa soledad de nuestras vidas, pero no he podido ni siquiera con la mía ¿Será que nos da miedo decirle adiós a la soledad temiendo quedar más solas sin ella?.

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