La muerte de la mariposa

Atardeceres precoces.

domingo, 2 de junio de 2019

El mar no salvo nada.






Entonces me desnude frente al mar y en ese instante senti como la brisa me golpeaba el alma. Me negue a escribir en el papel y por un instante en la arena dibuje con el alma hinundada de dudas y pensé en el objetivo tuyo de lastimarme.  !Te felicito que bien hiciste la tarea!. 

Ha pasado el tiempo, pero ese olor del dolor aún viene a mi, me pregunto ¿cómo se deshacen las  lagrimas que quedarón como huellas en la arena? ¿ cómo viaja en el mar más remoto las lagrimas que derrame en él?. Ahí viajo mi soledad. 

Los dias en el paraiso aún no sanarón lo que un recuerdo marcó, al volver perdí tanto al igual que cuando me fui, te perdí a ti, me perdí a mi y creí que me encontraria, pero el silencio me volvio sombria. En estas noches me siento sola y se que toda mi vida he estado así, No sé ni porque me extraña el fracaso del fugaz instante que viví contigo si fue el momento más premonitorio que he vivido. 

Nunca he tenido la oportunidad de hablar, a pesar de que siempre ando haciendo ruido. Ahora no se nada de vivir...

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